¿Es viable un jardín vertical en la reforma de fachadas?

Posted by on abr 28, 2015 in reformas de fachadas | No Comments
¿Es viable un jardín vertical en la reforma de fachadas?

¿Sabes que es un jardín vertical? ¿Qué beneficios aporta a un edificio? ¿Son compatibles con la reforma de fachadas? Desde REFORMING te damos la respuesta.

¡Stop a la contaminación visual pétrea!

Si nos adentramos en cualquier gran urbe dando un paseo, podremos admirar de una manera continuada multitud de edificios y construcciones donde los grandes protagonistas son elementos los pétreos o industrializados y donde los tonos grises imperan, dejando poco lugar, en muchas ocasiones al cromatismo variado que caracteriza a nuestra cultura mediterránea.

Si seguimos observando el entorno que nos rodea, también nos daremos cuenta de la poca o nula presencia que tienen en los edificios los elementos vegetales naturales. Casi quedan reducidos a la iniciativa particular de unos pocos vecinos y reducida de forma casi exclusiva a reductos puntuales en balcones.

Pero esta cultura visual del hormigón, el mortero y el ladrillo podemos cambiarla de una manera sencilla gracias a un nuevo concepto de fachada basado en la idea de los jardines verticales. Un concepto mucho más fresco y natural, repleto de grandes beneficios individuales y colectivos, que vale la pena tener en cuenta a la hora de plantear muchas de las reformas de fachadas.

¿Qué es un jardín vertical?

El concepto de jardín vertical no es otra cosa que un recubrimiento compuesto por plantas y/o arbustos que se adosa a los paramentos verticales, e incluso horizontales, de un edificio, siendo aplicable esta idea tanto para espacios exteriores como para interiores.

Aunque es un concepto que en la arquitectura sostenible se está utilizando mucho, por eso de crear espacios y edificios mucho más respetuosos con el medio ambiente, la realidad es que la idea no tiene nada de nueva. Sólo basta con remontarse a los jardines colgantes de Babilonia o darnos una vuelta por zonas rurales donde veremos multitud de edificaciones con alguna de sus fachadas cubiertas por enredaderas o plantas.

reforma de fachadas

Reforma de fachadas y jardín vertical

Siempre que nos planteamos acometer una reforma de fachadas pensamos en restituir al estado original los materiales que componen la fachada. Indudablemente, el concepto de jardín vertical es rompedor con esta idea, ya que no sólo cambiamos la estética exterior del edificio, sino que modificamos el comportamiento del mismo ante los agentes externos y la filosofía con la que se proyectó inicialmente el edificio.

Para el correcto desarrollo de un jardín vertical, tanto si hablamos de su implantación en un edificio de nueva planta como si se trata de una reforma de fachadas, sólo tenemos que tener en cuenta unos conceptos:

• Recurrir a plantas autóctonas para garantizar su adaptación al clima.

• Recurrir a plantas de bajo mantenimiento.

• Estudiar y analizar los sistemas de enraizamiento.

• Estudiar y analiza los sistemas de riego y desagüe si fuera el caso.

Los beneficios del jardín vertical

Recurrir a jardines verticales es conseguir multitud de beneficios que afectan tanto al edificio en el que se instala, como al entorno donde está enclavado. Nunca un acabado de una fachada como es éste había reportado beneficios a la mejora ambiental de la ciudad donde se encuentra ubicado.

Beneficios de recurrir a un jardín vertical en la reforma de fachadas

• Mejora del aire. Como elemento vivo y natural, las plantas juegan un importante papel a la hora de reducir la contaminación de las ciudades. Los jardines verticales son el único concepto de fachada que colabora de forma directa en esta acción, mejorando así la calidad del aire global.

• Estética. Un jardín vertical da un valor diferencial al edificio donde está instalado, reduciendo el impacto visual y dando un aspecto más natural. Son edificios que trasmiten sensaciones únicas.

• Aislamiento térmico. La arquitectura sostenible recurre a este concepto por las cualidades de aislamiento térmico que aportan al edificio de una manera natural, manteniendo el calor interior en invierno y refrescando los paramentos exteriores en verano. Esto se traduce en un ahorro de nuestra factura energética.

• Aislamiento acústico. Una envolvente vegetal como la que nos da un jardín vertical puede llegar a absorber hasta 10 dB del ruido ambiente, mejorando de forma directa la calidad de vida interior.

• Energía positiva. Si queremos mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra calidad de vida general, está demostrado que los entornos naturales, verdes, con aire limpio y naturales son los que necesitamos. Un jardín vertical reúne todas estas cualidades, siendo una fuente increíble de energía positiva.

• Vida. Tanto desde su concepción hasta su plenitud, este concepto de fachada nos transmitirá vida y evolución. El crecimiento del jardín vertical es progresivo y continuo, permitiéndonos disfrutar de una fachada totalmente diferente de un año para otro, incluso de una estación a otra.

Así que si te estás planteando acometer reformas en fachadas y quieres darle a tu edificio un aire nuevo, más fresco y natural, no dejes de valorar como una buena opción este interesante concepto de jardín vertical.