Ventajas de cambiar la bañera por un plato de ducha

El baño es un espacio que cada día gana más peso en la vivienda: dedicamos más tiempo a pensar en su decoración, en la distribución de los elementos y en crear un ambiente acogedor, pero también esperamos que siga siendo práctico, funcional y cómodo.
En este sentido, las reformas en viviendas que incluyen modificaciones en el baño suelen empezar siempre por cambiar la bañera por una ducha: esta obra refleja muy bien este cambio de tendencias, donde prima el equilibrio entre funcionalidad y estética.
¿Por qué es bueno cambiar la bañera por un plato de ducha?
Una de las reformas en viviendas más habituales es esta. Pero, ¿por qué es mejor tener un plato de ducha que una bañera? Esto dependerá un poco de cada situación en el hogar, pero vamos a darte 5 motivos clave por los que te recomendamos esta reforma.
#1 Son más prácticos
Tener una inmensa bañera que llenar con agua caliente y sales de baño es una maravilla pero pocas veces encontramos el momento para disfrutar de este baño. A la vez, un plato de ducha permite que el baño sea más accesible y práctico y facilita la entrada y salida tanto de personas mayores como de personas con movilidad reducida.
#2 Es más fácil limpiarlos
Una de las primeras cosas que notarás al cambiar la bañera por un plato de ducha es que no tendrás tantos rincones que limpiar y, por lo tanto, la suciedad lo tendrá más difícil para instalarse. Además, al tener menos superficie que una bañera tardarás menos en limpiarlo.
#3 Hay una gran variedad de materiales
De una bañera podrás escoger, como mucho, el color y la forma. Pero de un plato de ducha puedes elegirlo todo: el color del suelo, de las paredes, de la mampara… Podrás adaptarlo al estilo decorativo de tu baño, sea el que sea, y personalizarlo al máximo.
#4 Ahorran agua
Un plato de ducha requiere muchos menos litros de agua que una bañera. El ahorro en el consumo de este suministro será notable.
#5 Se adaptan al espacio
A no ser que tu baño sea grande, es más que probable que la bañera ocupe prácticamente la mitad del espacio. Instalar un plato de ducha hará que tengas mucho más espacio disponible y, por lo tanto, podrás colocar más muebles de almacenaje o tener más sitio por el que moverte.
Materiales para tu plato de ducha
Hoy en día, existe una gran variedad de materiales adecuados para los platos de ducha. Vamos a explicarte los tres más frecuentes.
Acrílico. Este material es ligero, manejable y fácil de instalar, lo que lo hace perfecto para los platos de ducha de grandes dimensiones. Además es muy moldeable, por lo que podrás encontrar muchísimos diseños y medidas. Últimamente se están fabricando con elementos antibacterianos.
Porcelana. Es la opción más tradicional. La relación calidad-precio es excelente y es un material muy duradero. Su principal desventaja es que es difícil encontrar platos de más de 140 centímetros, por lo que están cayendo en desuso.
Resina de carga mineral. Esta es la tendencia más actual, que se va imponiendo día tras día. Se trata de una combinación de resinas con dolomitas y cuarzo, de tal manera que se consigue un material muy resistente. Se les añade una capa de gel-coat para garantizar la impermeabilidad. Pueden fabricarse a medida, por lo que son perfectos para reformas en viviendas que necesiten formas especiales en la ducha (por ejemplo, para adaptarse a una columna).
Cómo aprovechar al máximo el espacio en la ducha
Si tu cuarto de baño no es especialmente grande, es probable que la ducha se reduzca al espacio indispensable para dejar sitio libre por el que moverte. Si es así, no puedes dejar de prestar atención a los accesorios de baño diseñados para la ducha: te ayudarán a almacenar esponjas, geles y jabones sin quitarte ni un centímetro de espacio.
Desde repisas de obra hasta estantes de cristal, la oferta es muy variada y podrás adaptar estos elementos a la decoración sin tener que renunciar a la funcionalidad. Solo necesitas dejarte aconsejar por un especialista de las reformas en viviendas, ¡verás qué diferencia!
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