La rehabilitación de edificios mantiene el alma de la ciudad

Existen ciudades cuyos edificios son tan representativos que con sólo ver una fotografía de una calle anónima en seguida nos viene un recuerdo a la cabeza y somos capaces de adivinar su origen: Viena, Praga, Berlín, Londres, Washington, Chicago, New York, Barcelona…

Los edificios son las unidades de las ciudades, las representan y transmiten su identidad, un edificio tiene tanta personalidad como sus habitantes. Al mirarlos podemos dejar que nuestra imaginación entre en ellos y viva las vidas de sus inquilinos. Cuando los edificios son antiguos y señoriales nos trasladan a aquella época en la que tras sus paredes había combinaciones, corsés, tocadores y por sus portalones entraban coches de caballos.

Es el legado de los antiguos habitantes de nuestra ciudad, de nuestros antepasados y de las raíces de nuestra historia, por eso la rehabilitación de edificios antiguos forma parte del patrimonio histórico de una ciudad. Les da una nueva vida, una vida mejor y más acondicionada y adaptada a lo que ahora estamos acostumbrados a que un edificio nos ofrezca.

La rehabilitación de edificios es una actividad urbanística que conecta el pasado con el presente y es una innegable muestra de la evolución humana. Por eso requiere de un mimo y un respeto que sólo los años de experiencia pueden dar.